jueves, 31 de marzo de 2011

Ayuda internacional: ¿Un negocio?


Se ve que la industria del desarrollo se ha convertido en objeto de todas las empresas privadas, llegando a ser consideradas como motor del desarrollo del Tercer Mundo.
Tanto las empresas privadas como las entidades bancarias han puesto en marcha proyectos de financiación y de desarrollo internacional al mismo tiempo que disminuía la ayuda pública. Por este motivo las empresas se han visto sometidas a una presión cada vez mayor.
El problema a plantear, es la controversia que esta acción ha desencadenado a nivel mundial,debido a las contradicciones éticas de las que se han valido diferentes empresas en los países más desfavorecidos.
Los adalides que manejan este flujo de capitales privados afirman que contribuyen al desarrollo pero ¿a qué precio? La filantropía empresarial no se da sin un beneficio a mayores puesto que las empresas tienen que dar parte a los accionistas quienes lo único que buscan es el máximo beneficio aun siendo a costa de la probreza emergente del mundo tercermundista.
Éstes se benefician por ejemplo de las pobres o inexistentes condiciones laborales y de los bajos o inexistentes salarios; incluso explotan a su antojo los recursos naturales sin dar cuentas a nadie y tapando esta infamia con la creación de hospitales, escuelas o llevando agua potable a los pueblos. ¿Acaso no se trata de hipocresía? Estan dañando el ecosistema y están explotando a la sociedad allí existente y su única preocupación es acabar con los riesgos que pueda haber de que se cree una publicidad. En el fondo la filantropía empresarial, se trata de una estrategia mercantil para venderle a la sociedad lo que quieren ver.
Existen casos como el de coca-cola en la India , se le acusaba de contribuír al agotamiento de la capa freática y la empresa respondió con el suministro de agua potable en las escuelas de Kenia.
A grandes rasgos, la culpa no reside del todo en las empresas que llevan a cabo estas infracciones del si no de las políticas que permiten que se lleve a cabo este tipo de filantropía ambigua. 
                

                                                                   

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